Turquía incluye en su lista negra a 441 críticos que viven en el extranjero

El Gobierno turco ha generado controversia al incluir en una lista negra a 441 personas que residen en países como Alemania, Países Bajos, Estados Unidos y Canadá debido a sus supuestos vínculos con el movimiento Gülen, una organización religiosa que ha sido proscrita por las autoridades de Ankara. La información proviene de un documento oficial del ministerio del Interior, según informa el portal de noticias Kronos.

El Gobierno turco acusa al movimiento Gülen de ser el autor intelectual detrás del fallido golpe de Estado que tuvo lugar el 15 de julio de 2016 y lo cataloga como una “organización terrorista”. Sin embargo, es importante destacar que el movimiento Gülen ha negado enfáticamente cualquier participación en la intentona o en actividades terroristas.

El documento publicado por Kronos, fechado el 2 de octubre, está marcado como “Gizli” (confidencial) y está dirigido a los departamentos de policía de las 81 provincias de Turquía. En él se presenta una lista que enumera a 441 personas que han sido sometidas a procesos de investigación relacionados con el movimiento Gülen y que actualmente residen en el extranjero.

El documento declara: “Se adjunta la tabla elaborada según la información obtenida como resultado de las investigaciones llevadas a cabo para identificar y revelar los países donde se encuentran/pueden encontrarse actualmente individuos afiliados a FETÖ para ser evaluados en las pesquisas”. El término “FETÖ” es un acrónimo utilizado por el Gobierno turco de manera despectiva para referirse al movimiento Gülen como un grupo terrorista.

El documento detalla información como el país de residencia, el nombre, el apellido, el número de identificación y el tribunal donde se están llevando a cabo los procesos legales. No obstante, se destaca que este documento “no tiene naturaleza legal y fue preparado únicamente con fines de inteligencia”.

El informe de Kronos revela que entre las 441 personas enlistadas se encuentran periodistas en el exilio, como Nurullah Kaya, Bedrettin Uğur y H.B., quienes residen en Alemania. También se menciona que cinco miembros de una misma familia, cuyas empresas han sido embargadas por el Gobierno turco debido a sus presuntos vínculos con Gülen, figuran en la lista.

Ante esta situación, el periodista Uğur expresó su desacuerdo, señalando que, en un Estado de Derecho, sería inaceptable recopilar datos personales de individuos inocentes para incluirlos en una lista negra. Además, instó a las autoridades turcas a enfocar sus recursos en restablecer el Estado de Derecho en el país en lugar de perseguir a periodistas y críticos. Cabe resaltar que recientemente, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos emitió una sentencia histórica que podría tener implicaciones en los casos de miles de individuos condenados por sus vínculos con Gülen en Turquía.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) concluyó que la condena de Yüksel Yalçınkaya, un antiguo profesor condenado por vínculos con Gülen, violaba varios principios jurídicos consagrados en el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Este fallo ha llamado la atención sobre el uso generalizado en Turquía de la aplicación de mensajería móvil ByLock como prueba, considerándolo amplio y arbitrario, y careciendo de las salvaguardias necesarias para garantizar un juicio justo.

La persecución de seguidores del movimiento Gülen se intensificó tras el fallido intento de golpe de Estado de 2016, del cual el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, acusó a Gülen de ser el autor intelectual. Gülen ha negado rotundamente su implicación y continúa viviendo en el exilio en Estados Unidos, que ha rechazado la solicitud de extradición por falta de pruebas sustanciales que respalden las acusaciones en su contra. Esta cuestión ha generado tensiones en las relaciones internacionales de Turquía.

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