por Yuksel Durgut*
“Kamil Oğuz, un periodista avezado, caminaba por las calles empapadas de Estambul, buscando una historia en cada paso que daba. Sus ojos se fijaban en los rostros de la gente, en las paredes y en las esquinas. Un día, mientras esperaba en una parada de tranvía, su mirada se posó en un cartel de Recep Tayyip Erdoğan. Erdoğan era en ese entonces alcalde de Estambul y se encontraba en pleno proceso de transformación de la ciudad. Kamil decidió investigar las verdades que se escondían detrás de esa metamorfosis.
Impulsado por su espíritu periodístico, Kamil siguió el rastro de Erdoğan, examinando licitaciones municipales, proyectos e inversiones. Muchos elogiaban el éxito de Erdoğan durante ese período, pero Kamil presentía que algo no andaba bien. Comenzó su trabajo en silencio, asistiendo a reuniones del consejo municipal, escudriñando documentos y entrevistando a testigos. Muchos se mostraban reticentes a hablar con él, pero Kamil no se rindió y continuó observando y escribiendo la historia con los ojos bien abiertos.
Un día, durante una reunión de licitaciones, Kamil se encontró con un documento crucial. Era una prueba irrefutable de amaño de licitaciones. Con valentía, envió estos documentos a su periódico. Al principio, no hubo reacción, pero Kamil no cejó en su empeño y siguió escribiendo la historia. Otros periodistas se unieron a su causa. El amaño de licitaciones captó la atención del público. Erdoğan intentó defenderse, pero los informes de Kamil estaban revelando la verdad.
Cuando Kamil completó la historia, su periódico generó un impacto significativo. El pueblo de Estambul se echó a las calles al enterarse del amaño de licitaciones. Erdoğan se vio obligado a dimitir. Como periodista, Kamil había sacado a la luz la verdad. Sin embargo, esta victoria le deparó un final amargo. Amenazas, presiones, pérdida de trabajo… Kamil continuó su lucha, pero pagó un alto precio.”
La historia que he relatado surgió mientras buscaba a mi querido amigo Kamil Oğuz en Internet y luego consultaba a la inteligencia artificial sobre él sin proporcionar ningún detalle. Simplemente le pedí que redactara la información en forma de relato breve. Decidí publicarlo tal y como lo recibí porque resonaba profundamente con la esencia de Kamil.
Sin embargo, la historia contiene una realidad que jamás podría ocurrir en Turquía: el pueblo turco no salió a las calles tras las investigaciones de Anticorrupción del 17 al 25 de diciembre de 2013, ni Erdoğan renunciaría jamás, a pesar de los numerosos escándalos de corrupción y las grabaciones incriminatorias.
Kamil fue reportero en la Municipalidad Metropolitana de Estambul durante la época en que el líder del AKP, Erdoğan, iniciaba su carrera política con tan solo un anillo en su poder. Fue uno de los pocos periodistas que presenció a Erdoğan mostrando su anillo en aquel entonces.
Hoy es 1 de marzo. Mañana es el cumpleaños de Kamil. Lo tenía marcado en mi calendario. Cada año le enviaba un breve mensaje y le deseaba un feliz cumpleaños. Ahora han pasado dos años y medio desde su partida. Si todavía estuviera vivo, sería un periodista exiliado como nosotros. Nuestra amistad, que comenzó en 1994, llegó a su fin con el fallecimiento de Mehmet Kamil Oğuz el 9 de julio de 2021. Era una persona verdaderamente admirable que había alcanzado la perfección, tal y como lo indica su nombre. Kamil trabajó hasta el último momento de su vida para denunciar la falta de ley en Turquía, siguiendo los pasos del periodista Kemal Diyarbekir, fallecido en 2001 y que había declarado al periódico Hürriyet con el titular “Un reportero muere en busca de la verdad”.
Mañana (2 de marzo) también se celebra un encuentro de solidaridad con los periodistas exiliados organizado por la Asociación Internacional de Periodistas (IJA por sus siglas en inglés). Este evento reunirá a un gran número de periodistas de renombre. Si Kamil Oğuz todavía estuviera con nosotros, sin duda participaría en este programa. El evento es de vital importancia para destacar la importancia de apoyar a los periodistas exiliados.
No solo la historia de Kamil, sino las historias de todas las víctimas de la persecución del gobierno de Erdoğan están siendo valientemente transmitidas al mundo por un puñado de periodistas exiliados que resisten las presiones de un régimen oscuro desde 2016. Los periodistas que trabajan en condiciones imposibles luchan por la libertad de informar y a menudo se enfrentan a amenazas, son héroes que empuñan sus bolígrafos por la libertad y la justicia. Sus vidas siguen en peligro, incluso a miles de kilómetros de su tierra natal.
Escuchar, comprender y solidarizarse con las historias de los periodistas exiliados es crucial para el futuro de la libertad de prensa. Los periodistas exiliados, que siguen escribiendo la verdad a pesar de la censura y las presiones, se encuentran en la vanguardia de la resistencia.
Apoyar a estos periodistas y estar a su lado forma parte de la defensa de los derechos humanos y es un testimonio de nuestro compromiso con los valores de los derechos humanos. El encuentro organizado por la IJA es un esfuerzo por proteger los valores democráticos al oponerse a todos los ataques a la libertad de prensa. Esta reunión es una declaración de fe en la profesión periodística y en la libertad de prensa.
Los ojos de Kamil Oğuz, que todavía vagan por las calles lluviosas de Estambul, nos vigilan. Tal vez el mayor atributo de un verdadero periodista era ver las historias en los ojos de la gente y escribirlas. Kamil Oğuz era una persona inolvidable para mí. Que descanse en paz. Su sacrificio debería inspirar a aquellos que buscan justicia y apoyan a los periodistas en su búsqueda. Por lo tanto, si estás ausente esta noche, nos faltará una persona.
Fuente: https://www.tr724.com/gazeteci-kamil-oguzun-gozleri-bizim-uzerimizde/
* Yuksel Durgut, periodista exiliado, portavoz de la Asociación Internacional de Periodistas (IJA).
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