El Ministerio de la Familia y las Políticas Sociales de Turquía se llevó al hijo adoptivo de una familia, debido a que el padre se encontraba entre los funcionarios despedidos bajo el estado de emergencia de dos años que siguió a un fallido intento de golpe de Estado en 2016, informó el viernes Euronews turco.
Más de 130.000 funcionarios públicos fueron despedidos sumariamente por decretos del gobierno durante dos años de gobierno de emergencia declarado tras el intento de golpe de Estado en julio de 2016. La represión del Gobierno turco se centró principalmente en el movimiento Gülen, acusado de orquestar el fallido intento de golpe, pero también se extendió a otros grupos de la oposición.
Según un informe del grupo de derechos humanos Amnistía Internacional de octubre, las personas despedidas no sólo perdieron sus empleos, sino que se les impidió el acceso a sus profesiones, así como a la vivienda y a las prestaciones sanitarias, lo que les dejó a ellas y a sus familias sin medios de subsistencia.
Algunos de los despedidos también perdieron su condición de padres adoptivos, a raíz de una directiva emitida por Fatma Betül Kaya, la entonces ministra de Familia y Políticas Sociales, tras el intento de golpe de Estado, dijo Euronews.
Los padres, que se negaron a ser nombrados, dijeron a Euronews que 11 meses después de que el padre fuera despedido del servicio público, habían recibido una notificación oficial en la que se indicaba que su hijo adoptivo, adoptado a los 3 años de edad, les sería arrebatado en dos días.
El padre dijo que fue a la dirección provincial del ministerio y rogó a los funcionarios que no se llevaran a su hijo. “Tenemos que seguir las órdenes”, dijeron los oficiales al padre. “No queremos hacer esto, pero tenemos que hacerlo.”