En una rueda de prensa celebrada el viernes, el portavoz presidencial de Turquía Ibrahim Kalin dijo que “las operaciones (de secuestro) del MIT en el extranjero contra los simpatizantes del movimiento Gülen continuarán sin parar. En cualquier momento, en cualquier lugar, puede pasar cualquier cosa. Operaciones similares, al igual que el caso de Kosovo podrían tener lugar en otros países”.
Operaciones ilegales de los servicios secretos en el extranjero
En su respuesta a una pregunta de un periodista (sobre las operaciones ilegales del MIT en el extranjero y la extradición de Gülen de EEUU) Kalin dijo: «Ya sea en Estados Unidos u otros lugares, otros países en los que se han establecido miembros del movimiento Gülen, las operaciones de nuestras unidades o instituciones continuarán sin parar. Por tanto, seguirán sintiendo el aliento de la República de Turquía en su nuca.”
El brazo largo de Erdogan
Hablando de la postura del presidente Erdogan respecto de las actividades ilegales de MIT Kalin dijo: “Quiero declarar que nuestro presidente dio órdenes muy claras sobre este tema y nuestras instituciones relacionas realizan operaciones muy profesionales”.
Después del secuestro y deportación de 6 ciudadanos turcos a Turquía el 29 de marzo por sus supuestos vinculados con el movimiento Gülen en Kosovo Erdogan había dicho que Fethullah Gülen se enfrentaría al mismo fin que ellos.
En abril, el entonces primer ministro turco Bekir Bozdag dijo que MIT había secuestrado a 80 ciudadanos turcos de 18 países diferentes hasta la fecha por sus supuestos vínculos con el movimiento Gülen. Aunque Bozdag no mencionó los países en los que se han llevado a cabo operaciones contra presuntos seguidores del movimiento, hay informes de que se han llevado a cabo secuestros en cooperación con países como Malasia, Kosovo, Sudán, Pakistán, Arabia Saudí, Azerbaiyán, Myanmar, Afganistán, Moldavia, etc.
Enfatizando en la determinación del Gobierno turco en su caza de brujas en el extranjero contra los supuestos “gulenistas” el portavoz de Erdogan dijo que “Al igual que en el caso de Kosovo u otros países, puede haber operaciones similares. Todo el mundo debe saber que la República de Turquía nunca le va a dar respiro al movimiento Gülen”.
Erdogan y el Gobierno del AKP persiguieron una campaña represiva contra el movimiento Gülen tras las operaciones de corrupción en diciembre de 2013, en la que estaban implicados el círculo íntimo del Gobierno y el entonces primer ministro Erdogan.
Erdogan también acusa al movimiento Gülen de haber planeado un intento de golpe de Estado en Turquía el 15 de julio de 2016.
A pesar de que el movimiento negó enérgicamente su participación en el golpe fallido, Erdogan lanzó una caza de brujas contra el movimiento después del golpe de Estado.