Sise Bingöl, una mujer kurda de 85 años que fue arrestada y devuelta a la cárcel después de ocho días de hospitalización, le dijo a su hija durante una visita semanal: “Sácame de aquí y llévame a mi pueblo antes de que muera”.
Bingol, que cumple una condena de cuatro años y dos meses en la Prisión de régimen cerrado de mujeres Tarsus Tipo T, sigue sufriendo graves problemas médicos.
Bingol fue hospitalizada en el Hospital de la Facultad de Medicina de la Universidad de Mersin y el 2 de noviembre recibió un informe que indica que no es apta para permanecer en la prisión. Bingol fue tratada en el hospital durante ocho días y fue dada de alta después de que se completaron los procedimientos, a pesar de que su estado no mejoró.
Sin embargo, Bingöl fue devuelta a la Prisión de régimen cerrado de mujeres Tarsus Tipo T y la petición de su hija Hasbike Kanmaz de que la acompañara fue rechazada por la fiscalía.
Según la agencia de noticias pro kurdo Fırat (ANF), Bingöl se reunió con su hija durante una visita semanal y le envió saludos a todos los que se solidarizaron con ella. Bingöl dijo: “Si puedes, sácame de aquí y llévame a mi pueblo antes de que muera”.
Kanmaz dijo: “Mi madre no puede hacerse los análisis de sangre y controles rutinarios porque se encuentra muy cansada. Le dije que se hiciera las pruebas para que pudiéramos obtener el informe médico. Tiene el apoyo de otras presas en la cárcel. Sus compañeras cuidan de ella y le proporcionan todo lo que necesita. Mi madre pide concienciación pública. Quiere salir de una vez”.
Se informó de que Bingöl no puede ocuparse de sus necesidades cotidianas y sólo puede hacer frente a ellas con la ayuda de otros reclusos.
Bingöl, que está en prisión desde 2017, fue condenada a cuatro años y dos meses por ayudar al proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). A pesar de que en un informe anterior se afirmaba que no podía permanecer en prisión, se denegó su petición de libertad. Bingöl, que había sido puesta en libertad tras su primera audiencia en junio de 2016, fue condenada de nuevo a prisión en abril de 2017.