Las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE han llegado a un “punto muerto” a medida que el país se aleja del bloque, con escasas perspectivas de cambio en un futuro próximo, dijeron los ministros de la UE.
Al mismo tiempo, sin embargo, elogiaron a Turquía por su “cooperación constructiva” para abordar la crisis de los inmigrantes.
“El consejo [de ministros] observa que Turquía se ha alejado cada vez más de la Unión Europea”, dijo en una declaración un ministro de Asuntos Exteriores de la UE reunido en Luxemburgo.
“Por lo tanto, las negociaciones de adhesión de Turquía han llegado a un punto muerto y no se puede considerar la apertura o el cierre de ningún otro capítulo, y no se prevé ningún trabajo adicional hacia la modernización de la Unión Aduanera UE-Turquía”, dijo.
El consejo también subrayó la “continua necesidad de centrarse” en el Estado de derecho y los derechos fundamentales en Turquía.
“El consejo está especialmente preocupado por el continuo y profundamente preocupante retroceso del Estado de derecho y de los derechos fundamentales, incluida la libertad de expresión”, declararon los ministros.
“El deterioro de la independencia y el funcionamiento del poder judicial no puede tolerarse, ni tampoco las restricciones, detenciones, encarcelamientos y otras medidas en curso contra periodistas, académicos, miembros de partidos políticos, incluidos parlamentarios, defensores de los derechos humanos, usuarios de las redes sociales y otras personas que ejercen sus derechos y libertades fundamentales”.
Los ministros, sin embargo, reconocieron que Turquía sigue siendo un “socio clave” de la UE en cuestiones como ayudar a detener el flujo migratorio a Europa.
El consejo “mantiene su compromiso de mantener un diálogo abierto y franco, de abordar desafíos comunes y de cooperar en áreas esenciales de interés común como la migración, la lucha contra el terrorismo, la energía, el transporte, la economía y el comercio”, dice la declaración.
“La continua aplicación de la Declaración UE-Turquía, que reduce los cruces irregulares y peligrosos [por parte de los inmigrantes] y salva vidas en el Mar Egeo, redunda en interés de ambas partes y sigue siendo crucial”, añadió.
Turquía acoge a casi 3,6 millones de refugiados sirios, según datos de una asociación de refugiados.
En marzo de 2016, Turquía y la UE firmaron un acuerdo destinado a frenar el flujo migratorio irregular a través del Mar Egeo mediante la adopción de medidas más estrictas contra los traficantes de seres humanos. El acuerdo también tenía por objeto mejorar las condiciones de los refugiados sirios en Turquía.
La declaración dijo que la “cooperación constructiva” de Turquía en la crisis migratoria ha “dado resultados claros”.
“El Consejo reitera que es necesario proseguir la aplicación de la Declaración UE-Turquía y el apoyo a los socios a lo largo de la ruta de los Balcanes Occidentales”, añadió.
“La UE continuará su apoyo financiero y su asistencia técnica para reforzar la cooperación en este ámbito, incluso a través del Fondo de la UE para los Refugiados en Turquía”, según la declaración.