INFORME ANUAL 2017: Reporteros Sin Fronteras constata una erosión generalizada de las condiciones para ejercer el periodismo en el mundo

Con un emocionado recuerdo a Malén Aznárez, presidenta de Reporteros Sin Fronteras durante los últimos seis años hasta su fallecimiento, el pasado mes de julio, la conductora del programa “Hoy por Hoy” de la Cadena SER, Pepa Bueno, ha abierto, como cada año, la presentación del Informe Anual 2017 de RSF España, que en esta ocasión ha contado con la participación del editor turco exiliado en España Mehmet Siginir, así como con la de Siscu Baiges, periodista y profesor asociado de periodismo en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Invitando a ambos al acto, RSF España ha querido homenajear a los periodistas que, en 2017, “se han sentido solos” en el ejercicio de su labor, como ha explicado Pepa Bueno.

El presidente de Reporteros Sin Fronteras España, Alfonso Armada, resumió las grandes líneas del informe anual de RSF, que calificó de “herramienta al servicio de la verdad” y dedicó a aquellos periodistas que arriesgan su integridad en el ejercicio de su trabajo una frase de la pensadora alemana Hannah Arendt: “El hombre que dice la verdad pone su vida en peligro”.

En Turquía el régimen de Recep Tayyip Erdogán no retrocede en su órdago para eliminar del mapa cualquier rastro de periodismo independiente. Los procesos judiciales contra periodistas se han alargado todo el año, mientras las autoridades judiciales abusan de la prisión provisional para tener entre rejas a decenas de informadores. En la actualidad Turquía es, junto con China, la mayor cárcel de periodistas del mundo y en términos relativos a la población, sigue ocupando el primer puesto.

La detención de periodistas de origen turco en España (Hamza Yalçin y Dogan Akhanli), uzbekos en Ucrania, o azerbaiyanos en Turquía ha confirmado la imperante necesidad de que Interpol revise sus procedimientos y controle mejor sus sistema de alertas, para dejar de servir, sin los filtros adecuados, a regímenes totalitarios.

 
Mehmet Siginir: el lápiz que honra a Turquía

Así lo pidió Mehmet Siginir, editor turco exiliado en España, fundador de la Plataforma Pro derechos y Libertados (www.proderechos.org) después de que el régimen de Erdogan expropiase la editorial para la que trabajaba y fuese despedido de la misma, antes del golpe de Estado, por su filiación gulenista. Siginir, que ha podido exiliarse en España por estar casado con una española, confirmó el total exterminio de los medios críticos con el Gobierno en Turquía. “No queda en mi país ni una sola cadena de televisión, ni una sola emisora de radio y ni un periódico que se oponga abiertamente al régimen de Erdogan”, aseguró. “No hay prensa libre en Turquía. Solo nos quedan las redes sociales”, añadió.


Mehmet Siginir, editor turco exiliado en España
 

Según cifras aportadas por Mehmet Siginir, 150 periodistas están encarcelados en Turquía, pero también amas de casa, jueces, policías, profesores o estudiantes. “Se calcula que 115.000 personas están en prisión injustamente”, dijo.

En cuanto a la detención de sus dos compatriotas de origen turco en España, el pasado verano (Hamza Yalçin y Dogan Akhanli), Siginir quiso hacer un llamamiento a las autoridades españolas, pero también a la población civil para que tomen conciencia del grado de opresión que impone Erdogan: “Creo que el Gobierno y la policía españoles, así como la población en general, no saben el nivel de represión y sufrimiento que está encajando el pueblo turco”, señaló. Mehmet Siginir trata de rehacer su vida en España como puede y de superar los traumas que marcaron su huida del país, tras el golpe de Erdogan: “Tengo un hijo enterrado en Turquía y a un hermano en la cárcel. Intento sobrevivir, ayudándome de un lápiz o de una pluma para honrar a mi tierra y para aliviar mi conciencia”, dijo visiblemente emocionado.

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