Continúan los malos tratos y la tortura en las cárceles turcas


Un informe preparado por la Comisión Penitenciaria de la Plataforma de Abogados Libres (ÖHP, por sus siglas en turco) ha revelado que la tortura, los malos tratos y las violaciones de los derechos humanos siguen teniendo lugar en las cárceles turcas, según informaron anteriormente otras organizaciones.

Según el informe del ÖHP, que se refiere a la visita de los miembros de la Comisión a las cárceles de la región de Mármara de Turquía en marzo y abril, “la tortura y los malos tratos continúan, muchos presos permanecen encerrados, los registros en los pabellones se realizan en forma de redadas, no se lleva a los presos enfermos al hospital, se previenen las reuniones con familiares y abogados, se llevan a cabo registros sin ropa a la entrada de la cárcel y se bloquea el acceso a periódicos, libros y cartas”.

Los abogados señalaron que las violaciones de derechos se asemejan a las violaciones sistemáticas de las épocas del golpe de Estado.

Subrayando que las condiciones físicas de las cárceles no son apropiadas para la vida diaria, el informe dice que los reclusos tienen dificultades con la higiene personal, el acceso al aire fresco, la luz solar y la calefacción.

La privacidad de la relación abogado-cliente es violada al grabar las reuniones entre los prisioneros y sus abogados. Las peticiones relativas a las condiciones de detención enviadas por los reclusos a las instituciones pertinentes no se envían por correo o se contestan con procedimientos disciplinarios contra quienes las hayan escrito.

Las llamadas telefónicas se limitan a una vez cada dos semanas para los presos que están siendo juzgados por terrorismo y las visitas se limitan únicamente a los miembros de la familia. Cartas escritas en kurdo no se envian por falta de traductor.

Los diarios Evrensel, Birgün y Özgürlükçü Democrasi no pueden ser leídos por los presos.

El informe también reveló un grave hacinamiento: 23 reclusos permanecen en pabellones con capacidad para ocho personas en la Prisión de Kandira, mientras que 20 reclusos viven en pabellones destinados a 10 en la Prisión de Bandirma. Las celdas con capacidad para tres personas se utilizan para seis personas, y los pabellones con capacidad para 28 personas se utilizan para 37-38 reclusos en la Prisión de Silivri.

Un informe redactado por el principal partido opositor, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), a principios de este mes revela que la población carcelaria en Turquía ha aumentado en un 285 por ciento durante el gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y que se están produciendo graves violaciones de los derechos humanos en estas prisiones.

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